Hemos estado “haciendo raquetas de nieve en Bielsa” y en sus carnavales, claro está. Nos alojamos en Ainsa, que tiene una parte histórica muy bonita que ha sido restaurada manteniendo al máximo el estilo medieval. Esto lógicamente atrae muchos turistas, y como también es lógico a su abrigo se han desarrollado abundantes restaurantes que en época estival obtienen sus máximas ocupaciones.
No es ningún descubrimiento decir que en Huesca hay muy buena hostelería, se come bien. Pero Ainsa además dispone de una variedad de restaurantes excepcional, desde menús del día muy acertados calidad/precio como a cocina de autor con numerosas menciones en conocidas guías como la Michelín.
Por desgracia este fin de semana que hemos estado nosotros, finales de febrero, todavía no es temporada alta en Ainsa (que comienza en abril) y nos hemos encontrado con 2 de los 3 restaurantes que queríamos visitar cerrados… hay que planificar mejor, pero el objetivo era hacer ejercicio (las raquetas), no sólo la gastronomía.
Los restaurantes de Ainsa que queríamos visitar eran estos:
- Restaurante Bodegón de Mallacán (el único que hemos podido probar)
- Restaurante Callizo (estaba cerrado por obras)
- Las bodegas del Sobrarbe (estaba cerrado hasta abril)
- Restaurante Fes (esté no lo teníamos pensado pero fuimos y muy bien)
Así cenamos:
Restaurante Bodegón de Mallacán, Ainsa.
Está localizado en plaza del casco histórico de Ainsa, entre los arcos aparece su puerta a través de la que accedemos a un pequeño recibidor lleno de galardones hacia el restaurante y hacia su chef fundador. Destaca un rincón en el cual aparece un libro de visitas con su banquito acolchado:
Disponen de varios menús cerrados, uno infantil por 9 euros, uno típico aragonés por 18 euros y uno de degustación por 23, además de una carta basada en producto fresco y típico aragonés.
Nosotros nos decantamos por el menú típico aragonés, con su sopa de ajo, huevos al horno, ibéricos en aceite, trucha, etc, los cinco comensales que estábamos salimos satisfechos de nuestros platos.
El vino: tomamos un vino crianza de la casa, y nos gustó mucho, muy fácil de beber pero manteniendo el cuerpo suficiente que hacia un muy buen maridaje con nuestros platos.
El precio: lo dicho 18 euros +iva +vino., para 5 personas 109 euros, que sale a 21.8 euros por persona.
El local del restaurante es acogedor, sillas labradas, mesas con cerámicas pintadas, paredes con elementos de época, etc.
Restaurante Fes, Ainsa.
Situado en la calle que nos lleva a la plaza del casco histórico, una cuesta empedrada. En la entrada del restaurante tenemos un bar con un fuego de leña que daba un ambiente muy agradable al lugar. Al fondo varias salas con mesas para comer. En este restaurante había un menú del día por 14 euros con vino incluido, esta fue nuestra elección, tenía desde pasta, hasta la típica longaniza de graus (muy recomendable en este o en cualquier restaurante de la zona), pasando por revuelto de ajetes, ensaladas, alubias, estofado, y un largo etcétera. También salimos satisfechos, el vino era sensiblemente inferior al que tomamos el día anterior pero también disponen de una buena carta de vinos si queremos gastarnos algo más.
El precio: 70 euros para 5 personas, así que a 14 euros por persona, un muy buen precio para una comida casera en un lugar turístico.
Goza también de una buena carta donde abunda también el mercado regional, con el típico asado aragonés, chuletón, solomillo, costillas de cordero, y pescados. Principalmente cocina de mercado.
Opiniones Comer en Ainsa.:

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